lunes, 13 de noviembre de 2017

¿Qué son los espíritus familiares?


El mito de los espíritus familiares proviene del folclore medieval europeo. Dichos espíritus están profundamente arraigados con el mundo mágico y son invocados por brujas y brujos para asistirles en diversas labores. Aunque se utilice el término espíritus, no son como los fantasmas, no son invisibles e intangibles.

Los familiares son entes que se materializan tras la invocación y tienen poderes mágicos. Los familiares pueden adoptar un sin número de formas, las más comunes eran de animales como perros y gatos negros, pero también de seres fantásticos como duendes y hadas.



Según la historiadora Emma Wilby, existían tres formas diferentes en que los familiares se presentaban ante sus futuros amos.

La primera ocurre cuando el espíritu familiar se aparece al individuo mientras hace sus labores diarias. La segunda ocurre cuando el familiar es entregado por otro individuo, puede ser que se herede de los padres (de ahí el nombre de familiar) o se reciba de otra persona o ente desconocido. La tercera ocurre cuando el familiar acude cuando el brujo o bruja se encuentra en problemas o en gran necesidad. La historiadora deja de lado las invocaciones y los pactos con estos entes, esta es otra forma de entablar contacto con ellos.


Los espíritus familiares realizan varios tipos de labores, pueden ayudar con las labores domésticas, proteger a los hijos, vigilar la casa, espiar a los vecinos, atacar o hacer travesuras a terceros, etc.


Según algunas fuentes, los espíritus familiares siempre están en compañía de sus amos y por generaciones servirán a la familia, pero en otras versiones los familiares son difíciles de acceder y deben hacerse rituales para invocarlos en cada momento de necesidad.



En diferentes culturas hay creencias de entes protectores que acuden al llamado de las personas. Estos espíritus guardan ciertas semejanzas con los familiares, sin embargo, en cada cultura es diferente y poco o nada tiene que ver con brujas y demonios occidentales.

En Argentina está la creencia de «El familiar», un ente demoniaco que ofrece dinero y poder a cambio de vidas humanas. De forma similar, «El culebrón,» una serpiente gigantesca y peluda, promete riquezas o las atrae a su dueño.




Los brujos de Chiloé también tienen un reptil como mascota llamado Vilpoñi y los campesinos de la misma zona, una serpiente llamada Lluhay que protege a la familia y trae suerte. En Japón, el Inugami es el espíritu de un animal que es invocado para realizar una venganza o como guardián de su amo. En México están las creencias del Nahuál y la Tona y en el folclore de los nativos norteamericanos están los animales totémicos.

Como puedes ver, las creencias en espíritus y entes que sirven a la humanidad con forma animal y que están ligados a la magia, se encuentran en todo el mundo, arraigadas en la cultura de cada país y cada pueblo.

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