viernes, 13 de enero de 2017

Muerte

Señora del Misterio, Guardiana del Secreto primigenio de la Noche perpetua;
acude al llamado de tus hijos, cegados por la espera;
atiende al llamado de tus hijos perdidos en tinieblas...
Océano infinito, del cual son gotas nuestras Almas...
Nos sumergimos en tu secreto...Tú que conoces del Mas Grande la Palabra...
Señora de la Noche, que velas la Gloria de Tu Rostro detrás del Manto de luto por tus hijos;
acude hasta ellos desde las alturas inescrutables, los abismos insondables, los espacios infinitos...
Perdidos en el tiempo, exhiliados en el espacio, en los pliegues de tu manto
compartimos tu luto, por tu consorte ausente, El Absoluto y Gran Amado.
Aspiramos a sumergirnos en el Secreto de la Scientia;
concédenos contemplar la Gloria Oculta de tu Esencia.
Señora de Sabiduría, Serpiente primigenia...
que vuelta hacia Ti Misma,
contemplas la Luz de Tu Belleza
en el reflejo del Sol Negro
que se muestra en el espejo
donde danzan las imágenes
de los mundos que concibes en tu ensueño...
Desde la cueva sagrada de nuestros corazones
a Ti cantamos alabanzas en Silencio...
Míranos y permítenos mirar detrás del Velo...
Apiádate de nosotros que suspiramos por el anhelo de verte...
sin importar que con ello el ser externo
se rinda sin remedio al sueño eterno
del frío abrazo de la Muerte...
Tú que eriges lo viviente
a partir de lo que ha muerto...
que das entrada a la resurrección,
apartir de la agonía...
Gran Madre, Sacerdotisa
y Esposa del Eterno
Tú, cuya oculta esencia
está más allá de todas las palabras;
cuya Voz se manifiesta
en el silencio perpetuo de las Almas...
Escucha el llanto silencioso de tus hijos
y cúbrelos con tu Gracia...
Envuélvenos en tu Manto Nocturno,
cuya imagen es la noche estrellada...
Vela nuestra luz en tu secreto,
guárdanos de las pérfidas miradas...
Que nosotros, aunque ciegos,
con la luz de tu verdad, miremos más allá
que los que, en su ensueño,
se ilusionan con mirar
cuando no ven más que falsedad....
Abre nuestros ojos a Tu resplandor
oculto por el Velo de la Obscuridad;
y sea esta misma bendita obscuridad
la que ciegue a los perdidos que buscan nuestro mal...
Revístenos de tu Gloria,
sálvanos, Señora,
desde las profundidades de los abismos, elévanos
hasta las inmensidades de los cielos.
Que con un beso Tuyo, mi Alma muera al Sueño de los mundos...
y se eleve más allá, hasta perderse en la Tuya...
mientras esperamos a unirnos eternamente con el Mas Grande...

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