viernes, 28 de octubre de 2016

Tantrum Magick, por Phil Hine

Lo que se expone son las notas de un seminario que fue hospedado en la "London Ananke conference of Global Ritualism and Magick" el 10 de Abril de 1999.

Este taller muestra algunas ideas que han surgido recientemente en los trabajos del "Ganna Chakra" - El grupo de magia tántrica en el que estoy.
Surge de dos premisas relacionadas:
  1. Los dioses y diosas - y por extensión - la figura del Gurú - no siempre se desarrollan de la forma en la que esperamos, y
  2. Los ganas - la horda de hobgoblins [trasgos], fantasmas y espíritus que acompañan a Shiva.
Me parece que hay una idea extendida de que los seres "espiritualmente avanzados" - o si lo prefieres, personas que "hacen progresos" en su desarrollo mágico - de alguna manera han "conquistado" sus egos - así que parecen calmados, complacidos y no dados a tener cambios de humor o arrebatos de ira - que han "superado" sus pasiones - o han trabajado con ellas a un punto en que pueden "controlarlas" o "subyugarlas" - al menos en público o en situaciones cotidianas.
Por supuesto, este no es siempre el casos - ejemplos como Aleister Crowley y Dadaji me vienen a la mente" - y cuando miramos a las Deidades, podemos encontrar muchos ejemplos de "Dioses malotes" portándose mal en maneras que causan rechazo incluso entre sus devotos. Shiva es un buen ejemplo (o un mal ejemplo, si lo prefieres) para los que buscamos un estilo de vida tántrico.
Aunque Shiva se retrata como un gran Yogi, siempre está, en los mitos, teniendo "rabietas". Aquí hay algunos ejemplos.
Se cuenta que el dios Daksha, el padre de Parvati, condujo un gran festejo - un sacrificio, e invitó a todos los dioses y sabios al mismo. No invitó a Shiva, porque no aprobaba sus arrebatos, Shiva llegó escoltado por sus Ganas y empezó una gran pelea (n/t: es contado que esto fue causado por el suicidio de Sati, no Parvati, que no pudiendo soportar los insultos y humillaciones de su padre hacia Shiva, se inmoló. Hine se ha olvidado de esa parte al parecer) 
Hay además un mito relacionado al nacimiento de Ganesha que cuenta cómo Ganesha fue creado por Parvati para actuar como su portero - el guardián de su puerta. Shiva llegó un día y Ganesha intentó echarlo de allí. Shiva encolerizado, invocó a sus Ganas, y otra vez una gran batalla comenzó. Ganesha intentó aguantar contra Shiva, sus ganas y los otros dioses. Fue sólo cuando Vishno creó una ilusión para distraer a Ganesha que Shiva pudo arrancarle la cabeza. Parvati estaba enfadada por ello y cargó contra Shiva. Sólo aceptó mantener la calma cuando él aceptó devolver la vida a Ganesha, lo que hizo, usando una cabeza de elefante. (n/t: de nuevo recomiendo buscar el mito)
Lo que queda claro en los mitos de la India es que existe un vínculo entre la expresión de la pasión - especialmente la ira - y la creación.
En algunos mitos de la creación, Rudra es nacido de la "ira de Brahma". Además, se dice que Brahma, tras varios intentos infructuosos, insistió a Rudra para que crease criaturas vivas (por ejemplo la humanidad) pero rehusó, creando hijos nacidos de la mente - una horda de espíritus turbulentos. En algunas tradiciones, la respuesta de Rudra a la orden de Brahma de crear seres vivos sujetos a la muerte, ¡fue sumergirse en el agua y castrarse a si mismo! Así que Brahma hizo a Daksha el creador de todas las cosas vivas. Cuando Rudra emergío del agua y vio las criaturas, se arrancó el pene y fue a practicar el ascetismo. Se dice que rugió y surgieron enormes fuegos, y demonios, fantasmas y otros espíritus aparecieron.
Otros ejemplos incluyen a Durga, Kali, etc.

Los ganas
Lo que nos lleva a los Ganas - los Hooligans del Cielo. Los Ganas son básicamente una legión de espíritus que acompañan a Shiva (y algunas de las otras deidades). Algunos de ellos rondan el Monte Kailasa - la morada de Shiva - mientras que algunos de ellos - los más salvajes, viven en los crematorios.
Algunos de los Ganas eran seres a los que Shiva derrotó en batalla, otros eran sabios, y está claro que algunos devotos de Shiva pueden aspirar a convertirse ellos mismos en Ganas.
Shiva explicó a Uma su gusto por los cementerios cuando ella le preguntó la razón de su errar por los crematorios, que estaban llenos de pelos, huesos y calaveras, chacales y buitres, y el humo ascendiendo de los cuerpos, cuando él tenía disponibles tantas moradas hermosas. Mahesvara, el Gran Lord, le contestó a la Diosa que en el pasado él estuvo buscando durante mucho tiempo por un lugar puro en el que residir. No pudo encontrar ninguno, estaba frustrado, y en un arrebato de ira contra la procreación, creó los terribles pishachas, demonios devora carne y goblins, y los rakshashas, con el propósito de matar gente. Lleno de compasión y para proteger a las personas y aliviar su miedo, de algún modo, contuvo esos fantasmas y demonios en crematorios. Dado que no quería vivir sin bhutas y ganas, decidió vivir en un cementerio. Los brahmines lo adoraron con sacrificios diarios, mientras que los que buscaban la liberación tomaron los votos del terrible Rudra. Sólo los héroes (vira) podían estar en un lugar así. No era apto para los que buscaban una larga vida o para los impuros. Nadie excepto Rudra podría liberar a la gente del miedo. Cuando los fantamas estaban con él, no causaban ningún daño.
Esta imagen de Shiva en los crematorios, rodeado de ganas, fantasmas, goblins y demonios, ofrece un paradigma para su devoto. En esencia, el devoto heróico, practicando los ritos del crematorio, emula a Shiva y se vuelve uno de su familia (¿Kula?) de ganas.
También queda claro por los mitos que Shiva crea Ganas como expresión de sus pasiones. Aquí hay algunos ejemplos:

El mito de Jalandhra
En el mito del rey de Daitya, Jalandhara, Jalandhara manda a Rahu con un mensaje para Shiva, ordenándole que le conceda a Parvati. Shiva encolerizó ante el mensaje, y su rabia tomó la forma de una terrible criatura que saltó desde su frente. Tenía la cabeza de un león, ojos llameantes, un cuerpo que estaba seco y áspero al tacto, largos brazos y una lengua que colgaba con ira. La criatura se abalanzó a Rahu, lista para devorarlo, Shiva dijo algo similar a "nosotros no disparamos al mensajero", con lo que el gana imploró a Shiva que estaba sufriendo por el hambre. Shiva le dijo que si estaba tan hambriendo, debería comer su propia carne. Eso hizo el gana, hasta que sólo quedó su cabeza. Shiva, complacido con tal devoción, le nombró su portero, ordenándole crear terror en toda persona malvada. Shiva además ordenó que el gana fuese adorado junto a él, y le dió el nombre de Kirtimukha.
Jalandhara se puso furioso al oir lo acontecido y comandó su ejército de daityas para asediar el monte Kailash. Una batalla encarnizada tuvo lugar entre los diatyas y los ganas. Pero cada vez que un daitya moría, era revivido inmediatamente por su preceptor, Shukra. Los ganas le dijeron a Shiva sobre esto y enfureció. Una terrible forma llamada Kriya emergió súbitamente de su boca. Sus piernas robustas como troncos, y su boca era inmensa y profunda como una caverna. Ella corrió al campo de batalla y empezó a devorar al enemigo. Era tan grande y fuerte que un empujón de sus pechos arrancaba árboles de raiz y la tierra se dividía a sus pies. Cogió al Shukra, lo introdujo en su vagina y desapareció. Cuando se apoderó de Shukra, los daityas se aterrorizaron y huyeron del campo de batalla.
En una historia relacionada, Andhaka, el rey de los Daityas es derrotado por Shiva y convertido en el líder de sus ganas. Esto es de cualquier modo, algo complicado por el hecho de Andhaka es uno de los hijos de Shiva y Parvati, nacido cuando, jugando, Parvati posó sus manos sobre los ojos de Shiva. El contacto de sus manos sobre los ojos trajo una gran sudoración, de la cual nació una horrible criatura. Desagradecida, con mal humor, ciega, deforme, y de color negro. Tenía pelo en todo su cuerpo, en rastas e iba ataviado como un loco. Shivo lo nombre Andhaka y ordenó a sus ganas el custodiarlo. Más tarde Shiva fue contactado por el daitya Hiranyaksha, que hizo muchas penitencias para que Shiva le concediese la bendición de un hijo. Shiva le dio Andhaka a Hiranyaksha como su hijo adoptivo. Vishnu en su forma de Varaha el Jabalí, se enfrentó a Hirantaksha y acabó destruyéndolo, siendo Andhaka coronado como el jefe de los daityas.
En otra versión del mito de Jalandhara, Shikra es tragado por el mismo Shiva. Shukra pasó cientos de años vagando por el estómago de Shiva. Finalmente recurrió al Yoga de Shiva y, tras la repetición de un mantra especial, asumió la forma del semen de Shiva y emergió fuera del cuerpo del dios a través de su pene. Rogó a Shiva y Parvati que lo aceptasen como hijo. Shiva le hizo el comandante de sus ganas.
Todo esto me dio algunas ideas sobre cómo uno puede aproximarse al trabajo con los Ganas.
Básicamente, los ganas pueden ser vistos como una expresión de nuestros deseos - no tanto como deseos conscientes (por ejemplo no son, desde mi punto de vista, como servidores que cargan declaración de intenciones)- sino como nuestros deseos fugaces o insconscientes de los que raramente nos damos cuenta, o somos reacios a reconocer y seguir.
El ideal tántrico es vivir de manera espontánea, en un estado de no-supresión. Me parece que, para alcanzar esto tal vez debemos estar mucho más en contacto con nuestros deseos - especialmente esos a los que solemos ser reacios a aceptar, porque no encajan con nuestra imagen del "yo".

Resumen del rito de Dattatreya
La meditación que vamos a hacer es una "meditación de apertura" con la que el Gana Chakra ha trabajado mucho. Básicamente es una identificación progresiva con Dattatreya como un avatar de Shiva. Suele acabar con una meditación ante un fuego. Esta vez, sin importar el qué, mientras te sientas y meditas, en vez de suprimir o dejar ir cualquier de los pensamientos o deseos que pasan por tu mente, prueba a proyectarlos fuera de ti de manera que tomen forma de ganas - de manera que retocen y jugueteen a tu alrededor.
Verás que algunos Ganas intentarán luchar entre ellos, o jugar con otros, o copular para dar lugar a nuevas formas entre ellos. La idea aquí es que tú aceptes esas partes como algo de tu ser - no suprimiéndolas o intentando controlándolas, sino reconociéndolas y honorándolas.
Si, durante este tiempo, hay un Gana que te atrae particularmente, observa cómo se comporta - si hay algún gesto o movimiento en particular que haga, siéntete libre de copiarlo. Si tiene un nombre o sonido, vocalízalo. 
Nosotros cerramos esta meditación con un HUMMM - así que hazlo cuando lo oigas. HUMM es un mantra que a veces se asocia con "desterrar".

Ideas para el desarrollo del trabajo con Ganas
Externalizar ganas puede hacerse en cualquier lugar - como algo inconsciente como tocarte la nariz. También puedes identificarte con Shiva y dialogar con un Gana, o identificarte con un gana en concreto y dialogar con otro conflictivo.
Las expresiones físicas de los ganas, traen cuestiones relacionadas a los tabús y lo que es socialmente aceptable. Los antiguos sadhus como los Aghoris y Pasupatas, se ganaron deliberadamente la aversión de los demás por actuar de "malas maneras". Tenemos que estar preparados para tomar la responsabilidad de dejar a nuestros Ganas salir.
También me parece que tener una pataleta (tantrum) puede llevar a un punto de vista tántrico - ¡así que a tener un berrinche!

Fuentes

Tantrum Magick por Phil Hine - Traducción propia

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