miércoles, 14 de septiembre de 2016

Ritual caocista de Barbie y Ken

De Alberto Lovera Poseidon el miércoles, 11 de septiembre de 2013 a las 16:44UN RITUAL DIVERTIDO Y 100% CAOTE
que puede contribuir a edificar la metacreencia
Propósito: lograr reconocimiento en un medio indiferente.
Ante todo, se crea y se carga un sigil por el cual se expresa el propósito y se desea el éxito del ritual.
Se comienza cerrando el círculo y convocando a los guardianes de los elementos, los Cuatro Fantásticos, para que lo protejan y lo carguen con su energía:
La Guardiana del Elemento Aire es Sue, la Mujer Invisible; el Guardián del Elemento Fuego es Johnny, el Hombre Antorcha; el Guardián del Elemento Tierra es Ben, La Cosa, y el Guardián del Elemento Agua es el Dr. Richards, el Hombre de Plástico.
Lo primero consistirá en desterrar a̶l̶ d̶e̶m̶o̶n̶i̶o̶ C̶h̶o̶r̶o̶n̶z̶o̶n̶ al supervillano Dr. Von Doom (el Dr. Muerte) identificándolo como el causante de que no tengamos el reconocimiento que nos merecemos.
Luego de cerrado el círculo, convocado a los Guardianes y meditado sobre el propósito de nuestra magia, hacemos un ejercicio de relajación muscular, nos ponemos de pie y evocamos a la diosa.
Para ello colocamos una muñeca (o una foto) de Barbie, en su aspecto de Diosa de la Galaxia, y la cargamos con estas palabras:
"Evoco tu presencia en mi altar, oh diosa sideral, poder de la imagen, reina del mercado, dueña y señora de la publicidad, mil veces reconocida, admirada, venerada e idolatrada, para que cargues mi espacio con tu poder".
Seguidamente encendemos la vela rosada y el incienso de rosas.
Pasamos a evocar la faceta masculina de la divinidad, para lo cual colocamos la imagen del dios Ken en su aspecto de proxeneta latino y pronunciamos esta evocación:
"Yo evoco tu presencia en mi altar, oh chulo sin méritos, que llegaste al mundo pegado a la cola de la Barbie, sin haber hecho nada útil ni productivo en tu puta vida, salvo ser reconocido como el pene más envidiado en el submundo de los seres plásticos, para que cargues mi espacio ritual con el poder de tu oportunismo".
Seguidamente encendemos la vela azul y el incienso de Don Juan (si no se consigue, de sándalo).
A continuación nos sentamos en posición de loto (o en la que te sea más cómoda, incluso acostado) e iniciamos meditación profunda hasta entrar en trance ligero (un poco de enteógeno, sin abusar, puede ser útil para coadyuvar el trance) y comenzamos a visualizarnos teniendo sexo en trío con Barbie y Ken, haciendo juntos las distintas posiciones del Kamasutra, u otras que se nos vayan ocurriendo. Mientras disfrutamos nos visualizamos rodeados, admirados y reconocidos, mientras vamos sintiendo cómo nos envuelve el halo octarina* que crea la energía divina a medida que los dioses nos cubren con sus dones y nos cargan con su poder, que penetra hasta nuestro inconsciente y nos sume en trance profundo, en el cual van desapareciendo todas las imágenes, los dioses, el trío, el sexo, la demás gente, hasta quedar en total y absoluta vacuidad.
Allí nos quedamos indefinidamente, hasta que cualquier sonido , tic muscular, cambio de temperatura u otro factor externo nos recuerde la condición humana y salgamos del trance.
La despedida de los dioses y los guardianes y la apertura del círculo conforme acostumbramos.
Se destierra con una carcajada bien sonora.
Se advierte que puede despertar envidias, las cuales habrá que desterrar en su momento...
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* "Octarina" se denomina el color verdoso que adquieren las marcas secretas en billetes y documentos, cuando son iluminadas con luz ultravioleta.
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